Ha llegado el invierno y con él todo tipo de bichos desagradables. En invierno pasamos mucho más tiempo en casa y, por tanto, las cifras de resfriados y gripes aumentan en esta época del año. Todos tenemos nuestros métodos para mantenernos sanos en esta época, pero ¿sabías que el agua también puede ayudarte a combatir enfermedades?

 

 

¿Cómo puede el agua evitar que enfermes?

La deshidratación puede hacernos especialmente vulnerables a las enfermedades invernales. Las membranas mucosas de la nariz y los senos nasales son la primera línea de defensa contra la entrada de virus y bacterias en nuestro organismo. Respirar el aire seco y calentado artificialmente que nos rodea en el interior, así como el aire frío del exterior, en invierno reseca estas membranas mucosas, haciéndolas mucho menos eficaces para capturar bichos y, por tanto, prevenir infecciones. Este aire áspero también extrae más humedad de nuestro cuerpo, haciéndonos tan susceptibles a la deshidratación en invierno como en los meses más cálidos del verano. Pérdida de líquidos con temperaturas más frías puede ser tan alta como en climas más cálidos.Además, en invierno solemos realizar más actividades físicas y seguramente llevaremos más capas de ropa para mantenernos calientes, lo que puede aumentar la transpiración y enmascarar la cantidad de sudor que producimos. 


Algunas personas también sienten mucha menos sed en invierno que durante el resto del año. Muchas de las señales habituales de deshidratación a las que estaríamos atentos en verano, como la sudoración, son más difíciles de detectar en invierno. Esto significa que, a menudo, las personas no beben tanta agua en invierno, aunque la necesidad de agua del cuerpo sea exactamente la misma. 


Beber mucha agua con regularidad te ayudará a evitar los bichos del invierno y también puede ayudar a reforzar el sistema inmunitario.

¿Qué más puede hacer el agua por mí en invierno?

Puede sonar contraintuitivo, pero beber mucha agua fresca fresca también puede mantenerte caliente. - algo que todos necesitamos cuando bajan las temperaturas y se hace de noche. El agua tiene una gran capacidad calorífica, lo que significa que puede ayudar a regular la temperatura del cuerpo y evitar grandes fluctuaciones de la temperatura interna, potencialmente perjudiciales, que podrían ser causadas por el frío (y el calor) extremo. 

El agua también es esencial para el flujo sanguíneo que, además de proporcionar nutrientes vitales a las células y eliminar residuos, garantiza que todas las extremidades (dedos de manos y pies, las primeras partes que sienten el frío) se mantengan calientes.

¿Y si no quieres beber un vaso de agua fría en un día frío? El agua caliente puede hidratarte igual de bien.

Pero la clave para una buena hidratación es beber agua limpia y fresca. Nuestros filtros de agua se utilizan en millones de hogares de todo el mundo para purificar el agua potable y mantener a salvo a personas de más de 140 países cada día. Visite la página tienda Doulton para ver cómo podemos ayudarle a cuidar de su salud y la de su familia este invierno. 

 
Daniel Berko