En un mundo en el que la tecnología moderna, la contaminación y la sobrecarga de información pueden hacer que busquemos una solución más sencilla, la última moda es buscar "agua cruda".
Tras las recientes investigaciones que revelan la presencia de microplásticos en el agua embotellada, ha aumentado la popularidad de la llamada agua cruda, es decir, el agua que se recoge directamente de su fuente.
La moda actual de beber agua directamente de la fuente. fuente tiene su origen en Estados Unidos, donde los particulares recogen agua de manantial y la venden a un precio de prima - hasta 20 libras el litro en algunos casos.
Aunque la idea de obtener agua potable directamente de un manantial es, a primera vista, una forma de acercarse a la naturaleza, los bebedores también pueden estar acercándose a los elementos del mundo natural que pueden provocar malestar a los seres humanos.
¿Es perjudicial el agua bruta?
El tratamiento del agua ha recorrido un largo camino y lo ha hecho por el bien de la salud pública. Aunque la gente paga más por el agua no tratada, hay que tener en cuenta que cada día enferman personas en todo el mundo por no tener acceso básico a agua potable limpia.
Las bacterias y contaminantes que pueden introducirse en el suministro de agua pueden suponer una amenaza muy real para la salud humana. El e-coli, el cólera, la salmonela y la giardia son bacterias presentes en el agua no tratada que pueden provocar enfermedades graves e incluso mortales.
Contenidas en las heces de los animales, estos patógenos pueden ser excretados directamente en ríos y lagos o llegar a ellos a través de la escorrentía del suelo.
Los nitratos utilizados como fertilizantes en las granjas son otro problema para las fuentes naturales de agua. Pueden llegar fácilmente a los ríos y arroyos que atraviesan las tierras de cultivo en las que se utilizan nitratos. Los nitratos pueden afectar a la capacidad de la sangre para transportar oxígeno cuando se consumen en niveles elevados.
Hacer frente a los contaminantes
El resultado de todo esto es que, aunque la idea de recoger agua bruta directamente de un manantial natural se hace con las mejores intenciones, la realidad puede ser que esta agua esté contaminada y suponga un riesgo para la salud.
El agua del grifo se trata para eliminar estos contaminantes peligrosos antes de canalizarla hacia el suministro de agua que abastece nuestros hogares.
Aunque el sabor a cloro que suele desprender el agua del grifo es un problema para algunas personas, hay una solución: utilizar un filtro de agua.
Elige un filtro de agua
Los filtros de agua eliminan las bacterias residuales y los desinfectantes añadidos, como el cloro, del agua del grifo, lo que permite a las familias beber agua del grifo con un sabor natural y, lo que es más importante, limpia.
Es portátil, por gravedad ofrecen una solución para las personas que necesitan acceder a agua limpia mientras se desplazan.
Sin embargo, lo más importante es que el agua no tratada contiene bacterias, patógenos y quistes peligrosos, una lección que la historia nos ha enseñado y que los brotes de enfermedades en todo el mundo siguen demostrando.
Puede que el agua sin tratar sea la última moda en materia de salud, pero es una moda que podrÃa acabar teniendo el efecto contrario. El tratamiento del agua se hace para proteger la salud, mientras que los filtros de agua le permiten tomar el control del agua que bebe en su casa.
Aproveche el mejor recurso de la naturaleza de forma segura controlando lo que contiene el agua que bebe mediante un filtro de agua.