La hidratación adecuada es esencial para mantener una buena salud. La mayoría de los adultos pueden monitorear y responder a sus necesidades de hidratación. Sin embargo, esto se vuelve más difícil a medida que envejecemos, lo que significa que las personas mayores son más susceptibles a deshidratarse. En esta publicación de blog, analizaremos los síntomas de la deshidratación en los ancianos y las formas de ayudar a las personas mayores a satisfacer sus necesidades de hidratación.



¿Por qué las personas mayores están en riesgo de deshidratación?

El agua constituye una gran proporción de nuestros cuerpos. Puede leer más sobre las necesidades de hidratación en diferentes grupos de edad aquí.

Hasta el 20% de los adultos mayores son deshidratado, especialmente aquellos en establecimientos de atención a largo plazo. A medida que envejecemos, nuestra capacidad de sentir sed disminución. La pobre movilidad, el deterioro cognitivo y las dolencias físicas (incluidos los problemas con la deglución) también son barreras potenciales para mantenerse hidratado.

Ciertos grupos de pacientes tienen un riesgo aún mayor de deshidratación. Por ejemplo, las personas con demencia o la enfermedad de Alzheimer pueden estar desorientadas u olvidadas, lo que podría dificultar reconocer y responder a la sed. Ciertos medicamentos, como los diuréticos y los laxantes, también pueden dar como resultado un mayor riesgo de deshidratación debido a las pérdidas de líquidos.

La investigación ha encontrado que algunas personas mayores pueden limitar conscientemente su ingesta de agua debido a Miedo a la incontinencia O para evitar confiar en otros para que ayuden con el baño.

Consecuencias de la deshidratación en personas mayores

La deshidratación se asocia con malos resultados de salud en todas las edades, pero los efectos pueden ser más pronunciados en las personas mayores.

Deshidratación en adultos mayores se ha asociado con llagas de presión, infecciones del tracto urinario, mayor riesgo de caídas y admisiones hospitalarias no planificadas. Incluso la deshidratación leve puede afectar la capacidad cognitiva, lo que resulta en confusión y delirio.

Si la deshidratación no se aborda rápidamente, puede resultar en un declive rápido En la salud de una persona mayor, lo que podría provocar una mayor discapacidad, pérdida de independencia e incluso la muerte.

Cómo alentar a las personas mayores a mantenerse hidratados

Los familiares, amigos, cuidadores y profesionales de la salud pueden ayudar a alentar a las personas mayores a mantenerse hidratadas. Aquí hay algunas sugerencias:

  • Proporcione una variedad de bebidas que disfruten hacen que el agua sea más sabrosa con un agua de cerámica filtrar. También puede mezclar agua con otras bebidas como calabaza de frutas, jugo de frutas o cordiales.
  • Ofrezca alimentos hidratantes como sopas, guisos, batidos, piruletas, yogures, helados, frutas y jaleas.
  • Asegúrese de que siempre tomen una bebida durante las comidas. Ofrezca bebidas regulares entre comidas también, como agua, batidos, té o café.
  • Deja una jarra o recargable botella de agua en un lugar fácilmente visible y accesible.
  • Anime a las personas mayores a incorporar la hidratación en sus actividades sociales: ¿por qué no invitar a una persona mayor a una taza de té o sugerir que asistan a un club de almuerzo local con amigos?
  • Pídales que beban poco y con frecuencia durante todo el día; si una persona mayor tiene problemas de memoria, podría precisar una nota para recordarles que beban en un lugar visible en su cocina.

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Daniel Berko